domingo, 15 de octubre de 2017

Concepción del Estado


Rivelino Martín Lara Vargas


En el Capítulo III, La Soberanía, El Poder Constituyente y el Poder Público, del libro “Derecho Constitucional Mexicano, Burgoa Orihuela, 5ª. Edición, página, brinda algunas teorías acerca de lo que es “Estado”, como institución; por lo que para efectos del trabajo solicitado, se enlistarán algunos de ellos y se visualizará al final, la postura y/o concepción del autor

Inicia con la concepción de que el Estado como tal no se puede concebir sin renunciar a la explicación de conceptos como "soberanía", "poder constituyente" y "poder público". De hecho, invoca a varios autores con el fin de demostrar el empleo de dichos términos en una conceptualización más general. Es así que [entre la idea de Estado y dichos conceptos hay una especie de simbiosis intelectiva, en el sentido de que entre una y otros existe una interrelación lógicamente inextricable] (Orihuela, 1984).

Los autores que se citarán, a posteriori, conforme a diversas posturas y corrientes idealistas y realistas las cuales no escapan a la explicación del ente estatal sin que se encuentre implícito el poder público. Es así que su existencia se esgrime desde la actuación propia del poder público y, por ende, una idea vaga que nos lleva hacia la percepción de que éste es el gobierno mismo, y yendo aún más lejos, nos llevamos la impresión de que se trata de algunos funcionarios perceptibles que actúan en nuestra inmediatez cotidiana. Es entonces que:

[Encontramos al Estado formando parte de nuestra vida (…). Prácticamente nos referimos a él; lo sentimos gravitar sobre nosotros imponiéndonos exigencias; nos enrolamos a veces a su servicio con entusiasmo; otras, lo sentimos como obstáculo para nuestros deseos; sabemos que sin él la vida nos sería imposible o por lo menos muy difícil, pero también en ocasiones llega hasta exigimos el sacrificio de la vida; en la medida en que hacemos política, (…); no lo hemos percibido en su auténtico y total ser, pero lo vemos actuando en manifestaciones varias, como actividad legislativa, como administración, como ejército, como policía, etc.; nos parece simbolizado en un escudo, en una bandera, en un himno; (…)] (Orihuela, 1984).

Es así que dentro de la corriente idealista se percibe al Estado como un objetivo de lo que debe ser éste, donde discrimina para su estudio las estructuras sociales, políticas, jurídicas o económicas que se presentan en la realidad, y dirigiendo su análisis hacia propuestas imaginarias de Estado, sin pretender explicar parámetros de manera científica, en virtud de que lo sustentan en la deontología estatal y en la esfera del deber-ser.


En comparación con la corriente realista, ésta se inscribe como la elaboración de un concepto general del Estado mismo, explicando sus orígenes y fines concretos en la vida comunitaria o social de los pueblos. El objeto del conocimiento es de forma ontológica, sin que sustente su estudio en la forma en cómo debe ser el Estado, sino lo que lo ve al Estado mismo como entidad, un fenómeno o situación jurídico-política presente en todas las congregaciones humanas (v gr. pueblos, sociedades, naciones o comunidades). Esta corriente rescata la esencia del Estado.

Platón.- ve al Estado como un ente ideal, donde estructura a la sociedad en tres vértices principales, los cuales desempeñan determinada función intrasocial: gobernantes, guerreros y artesanos y labradores, donde el orden adoptado para el funcionamiento estatal buscando la convivencia social y el logro de la felicidad común. Es así que propone que los mejores hombres deben dirigir los destinos de la comunidad y fundamentar una forma de gobierno, dando paso a la aristocracia, timocracia y democracia; empero, la aristocracia se vuelve un tanto tirano y se transforma en timocracia, por lo que ésta última prevé mantener sus intereses sobre el bien común, resultando el fortalecimiento de la oligarquía que pretende preservar el status quo, por la fuerza. Desecha la democracia como una forma de gobierno viable, debido a que se convierte en anarquía y desorden y, por ende, al fina en una tiranía.

Aristóteles.- Parte de que el hombre es un ser zoon politikon, donde afirma que por su propia naturaleza siempre ha vivido y vive en relación permanente con sus semejantes. Sostiene que el Estado es una entidad necesaria, donde el hombre forzosamente nace, se desenvuelve y muere dentro de él, llegando a aseverar que fuera del Estado sólo pueden concebirse los seres irracionales o los dioses. Él justifica la esclavitud como algo natural de los hombres que unos deben obedecer y otros mandar. Su modelo rescata la soberanía, como el derecho fundamental de los pueblos a regirse por sí mismos, sin la tutela de otros países extranjeros, dando paso a la autarquía. En sus forma de gobierno rescata a la monarquía, aristocracia y democracia.

Para efectos de este trabajo, se enunciarán varias posturas en la concepción del Estado, donde cada uno de los estudiosos citados están basados desde dos vertientes: una idealista y otra realista. Dicha enunciación se basará en la siguiente tabla:



Para Georges Burdeau.-  La base de esta teoría es lo que se llama la institucionalización del poder. El poder es un hecho, dice Burdeau, que resulta de la diferenciación entre gobernantes y gobernados, pero siendo el Estado un "fenómeno espiritual", para que ese poder implique su consistencia se requiere que se institucionalice mediante el derecho consuetudinario o escrito. Por virtud de su institucionalización, el poder se "disocia" de sus agentes, o sea, de las personas, órganos o funcionarios que lo ejercen, es decir, del gobierno. "La formación del Estado, asevera, coincide con una cierta forma del poder, y esta forma particular del poder resulta de una concepción dominante en el grupo, y aceptado por los gobernantes mismos, en cuanto a la naturaleza de la fuerza o potencia política.





Teoría
Realista/Idealista
Concepción del Estado
Platón
Idealista
Tipo ideal de Estado, donde divide a la sociedad en 3 (Gobernantes, guerreros y artesanos)
Aristóteles
Idealista
Parte de que el hombre siempre ha vivido en compañía de sus semejantes, donde enaltece la autorquía. Aunque prevé a la monarquía, aristocracia y democracia.
San Agustín
Idealista
El Estado como poder temporal sirven al hombre durante su estancia en la vida, buscando siempre su bienestar temporal en la tierra, donde Dios lo determina después de la muerte.Las acciones temporales están viciadas por los pecados.
Santo Tomás de Aquino
Realista*
El Estado es una comunidad de hombres, donde cada persona debe cumplir con determinados deberes y obligaciones para los semejantes y toda acción debes sustentarse en la convivencia. La unión de las personas es con el fin de satisfacer necesidades temporales y espirituales.
Francisco Suárez
Realista
Distingue dos tipos de relaciones del hombre: una imperfecta (matrimonio, familia) y otra perfecta, las comunidades políticas=Estado).
Tomás Hobbes
Realista
Se sustenta en el análisis de la naturaleza humana; el hombre domina a sus semejantes por la fuerza y los domina, sin que importe que el fuerte domine al débil. La anarquía no sirve y el hombre se ve obligado a unirse para formar una comunidad que es el Estado.
Montesquieu
Realista
La unidad humana en comunidad es algo natural. La libertad siempre está amenazada por el poder público y, específicamente, por los órganos de gobierno, de la cual infiere que dentro del Estado debe haber un sistema de equilibrio entre ellos de tal suerte que "el poder detenga al poder. Por lo cual debe existir una división de poderes.
Juan Jacobo Rousseau
Realista
Percibe los tipos de gobierno como la monarquía. Desde el punto de vista natural, el hombre tuvo que realizar un contrato social de convivencia donde se garantizaran los derechos y libertades
Hegel
Idealista/Realista (basa su pensamiento en la razón)
El Estado es el ente donde la alcanza la plenitud de sus derechos. Es así que se convierte en una necesidad externa, en el poder superior al cual están subordinados y dependientes las leyes y los intereses de los individuos; por lo que ellos frente al Estado tienen deberes y a la vez derechos. Por lo que superpone al Legislativo como el máximo poder.
Marx-Lenin
Idealista
Partiendo de la idea de que la sociedad burguesa o no comunista, está constituida por dos clases: los propietarios de los medios de producción, y los obreros y campesinos. Conciben al Estado y al derecho como la "maquinaria coercitiva destinada a mantener la explotación de una clase por otra".
Jorge Jellinek
Realista
Una suma de relaciones .sociales entre los hombres que se manifiestan en variadas actividades recíprocas que integran una función cuya naturaleza es síquica por estar motivada en la mente y en la voluntad humana. Las relaciones humanas son la primera manifestación del Estado.
Plantea el problema de la justificación y de los fines del Estado
León Duguit
Realista
El poder político, o sea, el Estado tiene por objeto realizar el derecho y sólo es "legítimo" cuando se ejerce conforme a derecho, en cuyo servicio se desempeña. Tal poder, en atención a su objeto y sumisión jurídicos, se desenvuelve en tres funciones: legislativa, jurisdiccional y administrativa.
Hans Kelsen
Realista
El Estado, como orden, no puede ser más que el orden jurídico o la expresión de su unidad", entendiendo por orden jurídico el positivo, pues es imposible admitir junto a éste la validez de otro orden cualquiera.
Un Estado es soberano cuando las normas jurídicas demuestran un orden supremo, cuya validez no es susceptible de ulterior fundamentación
Adolfo Posada
Realista
Se revela como un fenómeno político y como un proceso en el que se conjugan o compenetran dos elementos: la soberanía o poder supremo y la norma jurídica. Existe una relación intrínseca entre poder soberano y orden jurídico.
Georges Burdeau
Realista
La formación del Estado coincide con una cierta forma del poder, ésta resulta de una concepción dominante en el grupo, y aceptado por los gobernantes mismos, en cuanto a la naturaleza de la fuerza o potencia política.
El territorio y la nación son condiciones de existencia del Estado pero no sus elementos constitutivos. Es una realidad abstracta que no se absorbe por ninguna de las condiciones de hecho exigidas para su formación (territorio y pueblo). Distingue dos aspectos, uno subjetivo y otro institucional.






* Tanto él como Aristóteles ven al hombre como zoon politikon (el hombre por naturaleza busca la sociabilidad con sus semejantes con el fin de encontrar la salvaguarda común.


El autor asevera que las doctrinas presentadas intentan, en todo momento, dilucidar la esencia de lo que es el Estado. Cada una de ellas postula sus adecuaciones de la idea de que el Estado es una persona jurídica con atributos que permiten al individuo desarrollarse dentro y fuera de él.

Algunos otros perfilan su análisis a la idea de que la Nación o pueblo, en su poder soberano de autodeterminación o constituyente convergen en una síntesis dialéctica para crear al Estado como institución pública suprema dotada de personalidad jurídica. Es el Estado mismo el instrumento de imputación normativa y titular de derechos y obligaciones que rinden pauta a un poder soberano. Aunque cabe señalar que el Estado, desde la perspectiva del autor (Burgoa Orihuela), lo señala desde los principios del ordenamiento legal para dar la creación de la institución estatal y su conservación a fin de que sea el instrumento esencial que le permite al humano convivir y desarrollarse sin contratiempos, pero la pregunta es: ¿realmente el Estado tiene las mismas funciones y esencia desde su creación hasta nuestro días? La respuesta es no. Los gobiernos globalizadores prevén a éste como un mínimo legal para garantizar la supervivencia del mercado, lo que facilita el libre tránsito de mercancías, pero no de personas.

Ahora bien. Analicemos, desde otra perspectiva, el texto de Carré de Malberg (R., 1998) donde él prevé al Estado[1] desde la óptica de la Ciencia Política, Economía  y la Sociología y no desde la perspectiva netamente jurista. Según él no se puede definir ni reconocer la esencia del Estado sin tomar en cuenta el análisis de las instituciones que lo integran del derecho público y derecho constitucional; es decir, el Estado mantiene la potestad que le confieren un marco constitucional que ace para sí ostentar y mantener el monopolio de la voluntad general hasta aquellos individuos que no están de acuerdo con él o aquéllos que se oponen a sus designios, aun formando unidades o asociaciones. Sin embargo, el Estado azuza y forza a las personas para que colaboren con el Estado mismo para la formación de órganos de gobierno y otras instituciones que le son benéficas al bien común.

La teoría del Estado yace desde el rescate de la conceptualización de esa potestad que ostenta el Estado al imponer su voluntad sobre la de todos los individuos, y difiere de dicha potestad en contraste con la política estatal llevada a cabo por los alemanes en su concepción que ésta le daba el derecho de injerencia y dominio de otros pueblos. El Herrschaft (poder sobre otros) fue un instrumento de pretexto de conquista, destinado a procurar al pueblo alemán el medio de dominar y avasallar a los pueblos extranjeros.

En cuanto al control que ejerce el Estado desde la constitucionalidad de las leyes, Garre lo vio favorable en el sentido de que fue un medio para limitar el actuar excesivo que pretendió tener el Poder legislativo para hacerse para sí la voluntad popular hacia la voluntad constituyente; es decir, el poder legislativo, desde su integración puede cambiar o manipular las leyes hacia intereses particulares de la oligarquía financiera, económica y política a través del diseño de leyes que los beneficien y que excluyan a las mayorías y vayan en contra de los intereses comunes. Por ello propone que debe limitarse el actuar parlamentario.  Es así que defendía la lex lata[2] y discriminaba en cierto modo a la lex ferenda[3].

Por lo anterior, se observa que a partir del intento de limitar el actuar del poder legislativo o parlamento, se ciñe una distinción muy notoria entre soberanía popular, -principio teórico en el que se basan todas las concepciones de la democracia, donde un pueblo es una unidad histórica de costumbres y hábitos de vida en común, cuyos integrantes acuerdan formar un Estado para gobernarse mejor en forma soberana (sin otro poder por encima de él). El pueblo constituye el Estado, y debe después controlarlo y cambiarlo si lo cree conveniente. El pueblo no debe nada a sus gobernantes, que son servidores, escribientes o mensajeros de la voluntad popular-;  y por consiguiente soberanía nacional -Autoridad que reside en el pueblo a través de los órganos que lo representan-.

Siendo que la soberanía popular es el más alto nivel que tiene el Estado y por consiguiente es su representación como gobierno quien hace valer la soberanía nacional. Se debe inferir que es la masa de ciudadanos quienes determinan al Estado mismo y son ellos los que deben diseñar el cuerpo legislativo y el marco constitucional que le dará forma a ese Estado. Entonces cada individuo como instituciones estatales se autodeterminan frente a otros Estados que pretendan amenazarlo.

La colaboración de los sujetos es esencial para el buen funcionamiento estatal, al grado de que un Estado obtenga la colaboración casi voluntaria de sus individuos más cerca estará de ser un Estado ideal y no tomar la potestad de la legítima violencia para obtener el concurso de todo su pueblo. Invocando a Rousseau, él perfiló su idea de que los ciudadanos al estar sometidos a una voluntad estatal basada en la potestad del Estado no significa que renuncien a sus libertades más básicas, donde solamente el Estado suplirá como un órgano superior la salvaguarda física y de bienes de cada uno de sus miembros, incluyendo a las minorías que la mayor parte del tiempo se encuentran desposeídas de los niveles de bienestar más básicos, porque es precisamente en momentos críticos como la guerra, desastres naturales, contingencias ambientales, donde el Estado requiere de cada uno de ellos, independientemente de su status social o condición económica, sino que son todos los miembros quienes deben hacer frente a la coyuntura.

En suma, Carré de Malberg avizora que el Estado es un cúmulo de voluntades, las cuales ceden ciertos parámetros de libertad para un bien común, en contraparte con Burgoa Orihuela que insiste en la concepción del Estado desde una perspectiva netamente jurídica, y es ésta, la que sustenta el poder fáctico que conlleva al aparato estatal a mantener hacia sí la voluntad general y transformarla en potestad legítima para mantener el orden endógeno social. Por consiguiente, con su misma potestad hacer coacción a cada uno de los individuos para que colaboren con él en momentos de guerra u otras eventualidades.

Es permisible aclarar, que desde la perspectiva de estos dos autores. El Estado ha sufrido múltiples transformaciones que lo han llevado a la disminución se su esencia original, donde ahora es un garante y vigilante de las directrices que marca un mercado global e intereses supranacionales. El mundo globalizado nos ha llevado hacia nuevos esquemas estatales, donde se podían observar a simple vista las diferencias entre Estados-Nación, ahora se ha mimetizado en bloques económicos que lo que hacen es englobar las funciones estatales de manera parlamentaria, donde los Estados mismos se funden y diluyen, a la vez, que en la realidad el individuo, como tal, ha dejado de tener injerencia en su entorno más próximo, embotellándose en el hecho de generar vidas rutinarias y consumistas. Esta reflexión queda en el tintero para agrandarla para más.

Es cuanto.


Rivelino Martín Lara Vargas




[1] Carré de Malberg conocía muy bien la doctrina alemana y la utilizó profundamente como pocos franceses lo habían hecho. Con frecuencia se refiere, entre otros, a Gierke, Jellinek, Redslob, Laband, Mayer, Menzel, Kelsen y Rehm.
[2] Locución latina que significa «según la ley existente». Se aplica para referirse a la legislación establecida, tal como se encuentra en la actualidad (Wikipedia, 2016).
[3] Expresión latina que significa "ley futura" utilizada en el sentido de "lo que debería ser la ley" (en oposición a lex Lata. (Wikipedia, 2016).